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Domingo, 11 Enero 2015

Valoración de la discapacidad, la puerta de entrada al sistema

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Valoración de la discapacidad, la puerta de entrada al sistema

Blanca Abella/José Manuel González Huesa - Imágenes Jorge Villa

La discapacidad reclama más participación y profesionalidad en la elaboración del nuevo baremo

En esta mesa redonda hay dos posturas claras, la del representante del Imserso, que defiende el trabajo que desarrolla este Instituto en la elaboración de un nuevo sistema de valoración de la discapacidad, y la de los representantes del sector de la discapacidad, que lamentan la falta de colaboración al no contar con ellos en todo este proceso, tan solo al final, cuando ya está casi ultimado el proyecto. Además, muestran una seria preocupación por lo que parecen recortes encubiertos ya que podrían rebajarse ciertos porcentajes de discapacidad, incluso desaparecer en algunos casos. Reclaman más participación, más profesionalidad y la superación definitiva de viejos conceptos.

ANGEL

 El moderador de esta mesa redonda, José Manuel González Huesa, director de “cermi.es semanal” y director general de Servimedia, cede la palabra en primer lugar a Ángel Calle, jefe de Valoración del Imserso, para que introduzca el tema aportando los datos del Imserso y la situación actual del objeto de este debate: la valoración de la discapacidad.

 
Tal y como explica Ángel Calle, una proposición no de ley aprobada en 2009 instaba al Gobierno a adaptar el actual baremo de la discapacidad a la CIF (Clasificación Internacional del Funcionamiento de la Discapacidad y la Salud) de la OMS. El Imserso está al frente de una Comisión Estatal de coordinación y seguimiento de la aplicación de la valoración de la discapacidad, para la unificación de criterios, y cuyas funciones son además informar sobre la modificación del baremo, crear unos grupos de trabajo con profesionales de la valoración y acometieran ese encargo. Esos grupos han estado trabajando durante los últimos cuatro años y a fecha de hoy han concluido una propuesta que comprende una nueva metodología que se adecua a la CIF, según el representante del Imserso, que explica además que “ahora, lo que se suele hacer es una validación del instrumento y un estudio de campo para ver si los resultados y se adaptan al objetivo “.
 
Dicho esto, sumando el proceso de validación o pilotaje de este nuevo instrumento y el largo proceso de tramitación parlamentaria, lo que asumen todos los componentes de la mesa es que el nuevo baremo no verá la luz en esta legislatura, muy a su pesar.
 
Ruth Vidriales, presidenta de la Comisión de Valoración de la Discapacidad del CERMI,asegura que no tienen prisa, que lo importante es que “el proceso debe reunir garantías y que se sigan los procedimientos y los pasos necesarios”. 
 
Sin embargo, y con cierto pesar, Pedro Carrascal, director ejecutivo de Esclerosis Múltiple España, afirma que ellos sí tenían prisa, “pero evidentemente lo que nos preocupa en estos momentos es que este piloto que se haga y este borrador que tenemos satisfaga realmente las expectativas que tenemos en el nuevo baremo, es más importante que bareme bien, que el aprobarlo pronto”.
 

La valiosa experiencia del sector de la discapacidad.

JESUS

Jesús Arroyo, Coordinador de la Asesoría de Servicios Sociales de la Dirección General de la ONCE, introduce una de las principales cuestiones que se van a debatir a lo largo de esta hora de conversación, “En el sector de la discapacidad creo que hay un consenso generalizado sobre la CIF como referencia, sin embargo, cómo utilizarla y diseñar los procedimientos y el instrumento, ese debate necesario, tenía que haber sido reforzado. Hemos recibido una propuesta del nuevo baremo prácticamente ultimada y se podría haber reforzado con la presencia desde el inicio del sector de la discapacidad en un proceso tan importante que va a determinar el porcentaje de discapacidad de una persona y la puerta de entrada a servicios, recursos y prestaciones. No estamos hablando solo de un instrumento, estamos hablando de derechos, de garantizar igualdad de oportunidades y ese es el objetivo fundamental del sector de la discapacidad y entendemos que por un ánimo constructivo, como así ha sido siempre, podemos aportar nuestra experiencia, nuestros conocimientos para construir entre todos un instrumento que sea sensible a las necesidades y a las características de los distintos colectivos de personas”.
Jesús Arroyo: "Hemos recibido una propuesta del nuevo baremo prácticamente ultimada y se podría haber reforzado con la presencia desde el inicio del sector de la discapacidad en un proceso tan importante que va a determinar el porcentaje de discapacidad de una persona y la puerta de entrada a servicios, recursos y prestaciones"
Y en una línea también crítica, Roser Romero, secretaria de organización de Cocemfe, asegura que “tendríamos que ir todos de
la mano, pero mientras no haya una visión de que todos tenemos algo que aportar, unos la profesionalidad, otros la experiencia, que también es profesionalidad, mientras no seamos capaces de hacer esto, lo que hagamos siempre va a salir con deficiencias”.
 
Así opinan los miembros de esta mesa que representan al sector de la discapacidad, todos están de acuerdo a la hora de reclamar o lamentar la escasa participación de los interesados, de las personas con discapacidad, en todo este proceso. Cuando les han llamado, ya era casi tarde. Según Ruth Vidriales: “el proceso de trabajo ha sido un proceso del que nos ha faltado información y nos hemos sumado muy tarde, cuando ya había una propuesta trabajada, sobre todo en lo que tiene que ver con la valoración de aspectos más médicos, porque ahí hay un desarrollo desigual de los distintos aspectos de la valoración, nos ha faltado esa participación inicial desde el principio, aportando ese conocimiento que tenemos desde las distintas discapacidades sobre lo que son procesos de valoración de esas discapacidades”.
 
 

PEDROPedro Carrascal: "Llevamos mucho tiempo preocupados con el baremo anterior, porque tampoco satisfacía sobre todo a esas discapacidades no tan altas en el momento inicial de las enfermedades, incluso en enfermedades graves como la ELA, que avanza tan rápidamente".
 
Pedro Carrascal también aporta ese punto crítico, esa decepción, ese malestar que se siente cuando, una vez más, no se cuenta con un sector afectado, un sector profesional y siempre dispuesto a colaborar: “La participación es la clave. Llevamos mucho tiempo preocupados con el baremo anterior, porque tampoco satisfacía sobre todo a esas discapacidades no tan altas en el momento inicial de las enfermedades, incluso en enfermedades graves como la ELA, que avanza tan rápidamente. Llevamos tiempo preocupados, hemos tenido la respuesta hasta hace muy poco de que no había nada sobre lo que trabajar y cuando hemos accedido, alrededor de verano, a ese borrador, tenemos la sensación ya de que es bastante avanzado. Nos preocupa que no se incorporen los elementos necesarios o no se testeen lo suficiente y que acabemos peor de lo que estamos ahora, que en nuestro caso ya era una situación que no se ajustaba a nuestras necesidades.”
 
Jesús Arroyo finaliza esta primera cuestión con un mensaje de esperanza: “esperamos a partir de ahora esa integración efectiva en los grupos de trabajo que se han creado, y esperamos un protagonismo en ese estudio piloto que se va a desarrollar, desde el punto de vista de que también nuestros profesionales tienen más de 25 años de experiencia en la valoración de las necesidades de los distintos colectivos, que como se apuntaba hemos partido de un análisis en profundidad del actual baremo; por la importancia que tiene el tema y por la trascendencia para las personas no deberíamos dejar pasar esta oportunidad y sumar conocimientos y experiencias, ser receptivos a las demandas que podemos aportar, que no es solo el ámbito asociativo, que es el ámbito también científico, técnico, profesional y cualificado”.

Superar viejos conceptos y rechazar posibles recortes.

ROSER

Para Roser romero uno de los grandes problemas que se mantienen hoy en día y que parece que van a continuar en las nuevas propuestas es la insistente referencia al modelo médico o sanitario: “este proyecto o nuevo sistema de valoración, que en teoría contempla el CIF, luego se desarrolla de una manera un tanto sui géneris, porque la base que toma es una base que ya está superada, no podemos tomar la parte médica como fundamento para la valoración. El sistema médico ya está superado y no puede ser el leit motiv de cualquier cosa que se haga y si tomas un punto de partida que ya no es correcto, lo que te va saliendo tiene muchos déficits y muchos problemas. Y no es lo mismo una persona, con cualquier tipo de discapacidad, en una gran población, que esa misma persona en el entorno rural. Ahí es donde queríamos que fuera la CIF, porque complementa todo y porque tiene otros sistemas de mediciones, quizás complicados pero es que estamos hablando del futuro de la gente, estamos hablando de que las personas tengan lo que necesitan, ni más ni menos, lo justo, y si eso supone tener que romperse la cabeza, nos la rompemos".
Roser Romero: "Lo que no puede ser es que salga un sistema que de golpe y porrazo nos cura a parte de la población con discapacidad. Esto ya ha sucedido en otras ocasiones y al final en este país va a haber muy poca gente con discapacidad, y no porque sea el mejor de los países sino porque el sistema de medición a lo mejor no es ni el adecuado, ni el bueno ni el necesario"
E insiste Romero: "Lo que no puede ser es que salga un sistema que de golpe y porrazo nos cura a parte de la población con discapacidad. Esto ya ha sucedido en otras ocasiones y al final en este país va a haber muy poca gente con discapacidad, y no porque sea el mejor de los países sino porque el sistema de medición a lo mejor no es ni el adecuado, ni el bueno ni el necesario. Estos sistemas de mediciones tienen que contemplar todas las necesidades en los tiempos actuales. Realmente estamos bastante defraudados porque se puede perder una oportunidad magnífica para hacer un trabajo bien hecho”.
 
Ángel Calle responde asegurando que el nuevo baremo se adapta a la CIF y que “como es lógico tiene que ser continuista con la situación actual y no puede introducir un cambio radical del panorama de la discapacidad”. Además, asegura que los factores contextuales están contemplados tal y como lo introduce la CIF, “es un tema que han perfilado los trabajadores sociales, que actualmente están haciendo la evaluación, con un informe de recogida de información de la situación de la persona muy amplio, que creo que va a permitir un conocimiento muy exhaustivo de todas las circunstancias que concurren en la persona, ya sea un tema del entorno físico, si es un entorno rural, por ejemplo, o cualquier otra circunstancia”.
 
ROSER2
Y finalmente, asegura que el nuevo sistema se adapta a las nuevas necesidades de la discapacidad “ya que no solamente va a determinar una discapacidad sino que va a permitir hacer un perfil de la persona con discapacidad, resaltando sus capacidades, sus limitaciones, sus apoyos y sus barreras. Esto es totalmente actual y es algo que está muy presente en el texto refundido de la Ley general de discapacidad y es una aportación de gran alcance que va a cubrir todas las expectativas que hay en relación con la demanda de información incorporada en la valoración, para la educación, el ocio, el empleo, para las distintas necesidades que tienen las personas con discapacidad”.
 
Roser Romero rechaza la explicación del representante del Imserso asegurando que al parecer cada vez hay menos gente con discapacidad, como si hubiera una cura milagrosa: “Cada vez tenemos menos gente con discapacidad, y eso que cada vez vive más tiempo la gente, cada vez tenemos más accidentes, a mí los números no me cuadran. A la CIF le faltarán toda una serie de cuestiones en temas de mediciones, pero está mucho más al día y mucho más al lado de la persona con discapacidad que lo está el modelo que se está utilizando, y la prueba es que en estos momentos la gente con discapacidades orgánicas, si les hacen una valoración, muchísimos pierden el grado de discapacidad” y expone el ejemplo de una persona que ha recibido un trasplante y en ocasiones se considera que ya se ha curado, cuando esa persona va a tener que tomar una medicación de por vida, no va a poder hacer lo mismo que otras personas, va a necesitar una horas de descanso... Y concluye, “si estamos apartando y echando del sistema a una parte de la población que hasta ahora estaba, nos tenemos que plantear que en algún punto esto está equivocado, o se equivocaron antes o se equivocan ahora”.
 
Jesús Arroyo ofrece también una visión preocupante de estos aparentes recortes o curaciones milagrosas: “Las pruebas que nosotros hemos hecho según la propuesta del nuevo baremo en personas con discapacidad visual, nos indican que hay en términos generales un descenso significativo en el porcentaje de valoración que se obtiene. En esta última fase que se ha ido construyendo hemos reportado todas nuestras aportaciones y esperamos que se sea suficientemente receptivo porque, insisto, estamos hablando de la puerta de entrada a una serie de recursos y prestaciones básicas para que esa persona pueda tener una igualdad de oportunidades y desempeñarse en los ámbitos de su vida diaria”.
 
RUTH
Y es que es necesario un cambio a mejor, porque la situación actual tampoco es satisfactoria, según Arroyo: “bajo nuestro punto de vista y según los estudios realizados, hay áreas de los baremos que se utilizan que no son suficientemente sensibles para detectar características y necesidades. Las personas siguen valorándose con el baremo actual y según el análisis que hemos realizado con la base de datos estatal del Imserso, hay un porcentaje importante (un 15% de personas con ceguera) a las que se les está concediendo un porcentaje de discapacidad inferior al que le debería corresponder aplicando el actual baremo y menos de un 30% de las personas con ceguera están obteniendo un reconocimiento en sus dificultades de movilidad y de utilización de transportes públicos. No perdamos de vista que seguimos aplicando un baremo actual que tiene dificultades o deficiencias”.
 
Tal y como dice Roser Romero, “se está creando una gran confusión y situaciones totalmente injustas, a una persona no se le puede quitar el certificado de discapacidad sin tener en cuenta muchas cosas y hay colectivos que están castigados en el sistema de valoración actual y nos tememos que lo van a seguir estando igual o más en el nuevo modelo. Toda la discapacidad orgánica y todas las discapacidades que no se están reconociendo pero que están ahí, les estamos llamando enfermedades pero tienen unos elementos discapacitantes muy importantes, están siendo muy maltratados. Cada vez que ha habido un cambio, se nos ha curado una parte de la población. En un mundo que cada vez es más complejo, más competitivo, en el que es necesario cada vez mayor esfuerzo, no es posible que haya una parte de la población con discapacidad que se cure, y en todo caso se tendrá que explicar muy bien y no ha habido una sola explicación. Supuestamente se está trabajando para el colectivo y es lo que pedimos pero a veces tenemos la sensación de que se trabaja en contra del colectivo”.
Ruth Vidriales: "Al no estar la propuesta cerrada no podemos valorar que sea un recorte de prestaciones, pero sí tenemos esa preocupación, y no solo como un recorte de prestaciones sino de derechos en sí mismos"
Ruth Vidriales asegura que “esperamos que esto no sea finalmente un recorte de prestaciones, pero la puntuación de la discapacidad desciende en algunos casos, en pruebas que se han hecho en algunas entidades y en algunas comunidades y eso ha hecho saltar la voz de alarma porque es la puerta de entrada a todo un sistema. Al no estar la propuesta cerrada no podemos valorar que sea un recorte de prestaciones, pero sí tenemos esa preocupación, y no solo como un recorte de prestaciones sino de derechos en sí mismos”. 
 
Ángel Calle asegura que el recorte no es el objetivo, al menos eso cree: “creo que el objetivo no es un recorte de prestaciones ni mucho menos, lo que se ha realizado hasta ahora no ha tenido nunca esa perspectiva, ha sido un trabajo técnico con un órgano colegiado. Ha cambiado el concepto de discapacidad y el nuevo baremo va a tener en cuenta la situación real de esa persona, de los apoyos con los que cuenta, los aprendizajes, la recuperación, el entorno físico, social... y ha habido un pilotaje muy específico y muy concreto, donde se han estudiado muchas patologías, se ha obtenido una muestra y se ha visto que el comportamiento es bastante bueno, comparado con la valoración de discapacidad que tenían esas personas. El trabajo ha sido técnico y el enfoque de la CIF está. Creo que hay una metodología muy interesante y de alguna manera los resultados serán algo distintos y pienso que eso lo tienen que aceptar las personas con discapacidad, porque el paradigma de la discapacidad ha cambiado”. 
 
A lo que responde, inmediatamente Roser Romero: “Las personas con discapacidad aceptaremos el baremo que creamos que es justo”, responde Roser Romero. Y añade: “el nuevo proyecto lo basáis sobre el viejo y si la base no es buena...”
 
Ángel Calle: "En la sociedad estamos avanzando muchísimo y las personas con limitaciones están accediendo a recursos muy importantes y es verdad que con determinados soportes no es que la discapacidad desaparezca, porque el nuevo baremo lo que determina es la capacidad y evalúa en función de la capacidad, pero sí es verdad que cada vez se tienen muchas menos limitaciones en la vida diaria"
 
Y en cuanto a la supuesta curación de algunas discapacidades, Ángel Calle argumenta lo siguiente: “No se trata de curar, se trata de que en la sociedad estamos avanzando muchísimo y las personas con limitaciones están accediendo a recursos muy importantes y es verdad que con determinados soportes no es que la discapacidad desaparezca, porque el nuevo baremo lo que determina es la capacidad y evalúa en función de la capacidad, pero sí es verdad que cada vez se tienen muchas menos limitaciones en la vida diaria, eso es una realidad. Estamos hablando ya no se personas con discapacidad sino de personas con diversidad funcional”.

Preparación de los profesionales

MESA COMPLETA

La mesa podría durar muchas horas más, lo que demuestra la necesidad de una colaboración más estrecha de la Administración con el sector de la discapacidad, pero al menos hay tiempo para introducir otra cuestión de interés, como explica Ruth Vidriales: “otra de las preocupaciones del sector es la formación de los profesionales que aplican el baremo, la especialización de esos profesionales, que ahora tienen que empezar a valorar de otra manera, con nueva herramienta y sistemas y entender la discapacidad de otra manera. Es importante garantizar un proceso de formación y capacitación que sea común y que realmente garantice que se entiende la discapacidad desde la CIF en esos equipos y están especializados en poder valorar con esos sistemas”.
 
Por su parte, Pedro Carrascal cree necesario una mayor preparación de todos los implicados, incluso de las personas con discapacidad, que a veces se enfrentan a este proceso sin apenas conocimiento del mismo: “Al realizar algún piloto no oficial hemos observado que las personas que se someten al nuevo baremo están un poco perdidas y es importante que ese nuevo baremo tenga una formación no solo hacia los funcionarios sino también hacia las personas, no sé de qué tipo, si a través de los propios colectivos o con alguna pequeña introducción antes de pasarlo, pero la participación de las personas y su comportamiento en esa valoración determina también las puntuaciones y ahí puede haber mucha variabilidad de unas personas a otras y de unos equipos a otro. No es lo mismo, por ejemplo, que rellenes unos formularios solo en una sala de espera, si por ejemplo tienes alguna discapacidad cognitiva, que si vas acompañado o puedes tomarte tu tiempo...”
 
Jesús Arroyo, en su intervención final, expresa un deseo general: “el deseo de que sean receptivos a lo que les transmitan desde el sector de la discapacidad y corrijan los errores que se hayan podido cometer en el procedimiento y en la implicación de los profesionales, que podamos aportar nuestro conocimiento y nuestras experiencia, si hemos detectado deficiencias y las hemos compartido y habéis constatado que así ha sido, que seáis receptivos y podamos ahora no precipitarnos y tener el tiempo suficiente para generar un instrumento tan importante que sea sensible y que responda al objetivo que persigue, y no descuidemos esos otros aspectos de cómo y quién lo aplica”.
 
En la misma línea, Ruth Vidriales afirma: “Queremos estar implicados desde el primer momento en ese pilotaje y en todo lo que tenga que ver con el desarrollo y aplicación del sistema en los propios equipos y en la propia realidad. Desde el CERMI reiteramos nuestra disposición y nuestro interés y reivindicación del papel de las personas con discapacidad, de la participación ciudadana como principal grupo para aporte de conocimiento y por la implicación que va a suponer”.
 
Pedro Carrascal comparte ambas opiniones y resume con la idea de que “sea un proceso participativo que nos conduzcan a un final deseado para todos”.
 
“Aquí, si por alguien se tiene uno que inclinar es por el mundo de la discapacidad, que es para lo que se está trabajando. Lo importante es solucionar los temas de la gente”, finaliza Roser Romero